El otoño está ya bien avanzado, de hecho, en unas semanas dará comienzo al invierno. El cambio de tiempo se nota, llueve, hace mucha humedad, y aunque el sol luce durante algunas horas, son más los días nublados que los días soleados, pero es lo que tiene el otoño. ¿no? sin embargo algo ocurre todos los otoños.....
si, si!! que me voy por las ramas, ¿me dais otra oportunidad? Pues volvamos a empezar:
Era un día de otoño como cualquier otro, hacía frío, humedad, y a ratitos lucía el sol, uno de esos días en los que te encierras en casa al lado de la chimenea, y no tienes ninguna intención de moverte del sofá, pero como en la vida de cualquier pareja llega ese momento en el que sale en la conversación esa delicada pregunta, ¿Qué hacemos hoy de comer?
Como siempre comenzamos a hablar del amplio abanico de posibilidades que se extendía ante nosotros. pero entre todas las opciones la que nos resultó más atractiva, era .............mmm................ pastaaaa con salsa de setas! solo había un pequeño problema, no teníamos setas en la nevera....nos faltaba el ingrediente principal de nuestro plato, ¿qué podríamos hacer?
Como siempre, porgy encontró la solución:
- ¿Por qué no recogemos alguna del jardín? he visto que las hay a montones
-Cariño, como siempre has tenido una idea genial.
Así, que nos preparamos para ir a la captura de el ingrediente básico de nuestra comida. SETASSSS!! solo nos hacía falta, un cuchillo, y una cesta para poner nuestras "presas", y ganas de salir de excursión.
Salimos bien decididos de casa, pero no recodábamos que no se había cortado del césped por lo menos en un mes, y que ya estaría crecidito, como pudimos, fuimos avanzando. Pero al mismo tiempo que nosotros lo hacíamos, también lo hacía una nube gris que impulsada por el viento cubrió el cielo en cuestión de minutos. Y una suave lluvia comenzó a caer, corrimos a refugiarnos al primer lugar que encontramos........
Resultó que el lugar que seleccionarnos para resguardarnos de la lluvia era una seta, quizá no lo suficientemente grande para poder cobijarnos bajo ella mientras esa nube no se marchase.
La lluvia se fue tal y como llegó, sin apenas darnos cuenta, las gotas que minutos antes caían silenciosamente, dejaron de hacerlo y el sol volvió a brillar.
Seguimos avanzando por el jardín, hasta que nos topamos de llenos con esta "setita"
- Porgy, Porgy, has visto esta seta?? jajjaaj con esta tendríamos para todo el año!
- Que barbaridad! Con esto damos de comer a toda el africa-click.
-iku, vamos a subirnos, ¡desde ahí se tiene que ver bien todo el jardín!
- Seguro que desde arriba podremos localizar las que nos caben en la cesta...
- Dios, estoy agotada, ¡la escalada hasta aquí arriba ha sido de aupa! ¿y si nos sentamos un ratito a tomar el sol mientras descansamos un poco?
- por mi genial. oye iku... Ver no se si se verá algo, pero has visto que agustito se está aquí tomando el sol....
- Yo tengo la sensación que hago la fotosíntesis....
- Ten cuidado no ligues bronce tu ahora.
- ¿¡Te imaginas!? ... jajjajajaj
- Bueno señorita, pongámonos en marcha, si no se nos hará de noche. y yo comienzo a tener hambre.
- Porgyyy, ¿vas tu delante? que me da un poquito de miedo caerme.
- Venga vale!
- Mira iku! ahí hay más setas!
- Pero si hay un montón de ellas!
- Que te parecen estas?- preguntó porgy
- No sé, quizá sean todavía demasiado grandes, sigamos buscando, tiene que haber algo apto para nosotros.
- Mira! estas son un poco más pequeñas- dijo iku.
- Siiii, pero aún así siguen siendo enormes, tenemos que seguir mirando, al final daremos con la que podamos llevarnos. Qué te parecen esas?
- Acerquémonos un poquito más, que desde aquí no se ven bien.
- ¿Cómo la ves? - preguntó Porgy- es mucho más pequeña
- Pues yo la veo perfecta, por lo menos cabe en la cesta :P
- eaaa! pues ya tenemos ganadora. jeje esto va a estar de chuparse los dedos.
En fin, esta era la historia, de como un día fuimos a recoger setas.
pd: desconocemos si estas setas son comestibles, ni si son sabrosas, pero total como nuestros estómagos son de plástico...